Hace unas semanas, mis compañeros de MIT Sloan y yo tuvimos la oportunidad de visitar algunas de las compañías más conocidas de Silicon Valley, y de charlar con sus directivos sobre innovación, entrepreneurship, y las condiciones que han hecho de la bahía de San Francisco el foco mundial del emprendimiento tecnológico.
Algunos acusan a empresas como Google o Twitter de ser los causantes de un deterioro del bienestar de los habitantes de San Francisco
Para empezar, el ambiente de San Francisco es muy distinto al de la Costa Este. Se nota nada más llegar. La ciudad y el clima (unos soleados 18ºC al aterrizar en SFO, frente a las temperaturas bajo cero de esa misma mañana en Boston), invitan a salir, dar una vuelta y, con un poco de suerte, entablar una interesante conversación con algún geek local. San Francisco está repleta de informáticos, ingenieros, y todo tipo de techies que han acudido a la zona al calor del boom tecnológico. Pero no todos en la ciudad están contentos con el nuevo papel de San Francisco como centro de esta nueva economía basada en las nuevas tecnologías. Algunos acusan a empresas como Google o Twitter de ser los causantes de un deterioro del bienestar de los habitantes de San Francisco y de la gentrificación que están sufriendo alguno de sus barrios.
Contra éstas y otras acusaciones publicó hace poco una polémica carta el inversor Tom Perkins, uno de nuestros invitados en el viaje. En esta ocasión, con un tono más humilde y cercano, el Sr. Perkins nos habló sobre su visión del mundo emprendedor, las diferencias que a su juicio existen entre Silicon Valley y otros puntos calientes en la Costa Este de los EE.UU. y Europa, y compartió amablemente con nosotros varios principios que él mismo ha seguido a lo largo de su exitosa trayectoria profesional como Venture Capitalist.
Pero no sólo el clima y la actitud de la gente es diferente respecto a la más formal Boston. También el ambiente en las empresas es muy distinto. Aquí camisetas y vaqueros sustituyen a trajes, pantalones chinos y camisas no sólo entre el personal más joven y de formación técnica (lo cual también ocurre en la Costa Este), sino que también es el “uniforme” habitual de inversores y directivos. Pudimos comprobar esto en nuestras visitas a las sedes de Google en Montain View (Googleplex), eBay en San José o SAP en Palo Alto donde, al contrario de lo que pudimos observar en nuestro pasado viaje a Nueva York, muchos de sus ejecutivos provienen de áreas técnicas o científicas.
En Google, Suzanne Frey, una antigua alumna de nuestro programa en MIT, nos habló de la cultura corporativa de Google y de los retos de su trabajo como Policy Director en Google (muy curioso el caso de la cucaracha robótica, y de cómo Google decidió retirar de Google Play la app de este proyecto por ser considerado crueldad animal).
Devin Wenig, presidente de eBay Marketplaces, repasó la estrategia corporativa de eBay y la comparó con la de otras empresas pioneras de Silicon Valley, y realizó una presentación sobre el gran potencial del mobile commerce. Más enfocada en procesos de innovación fue la charla de Vishal Sikka en SAP. El Dr. Sikka, miembro de la Executive Board de SAP AG, compartió varios ejemplos de los esfuerzos de una gran organización como SAP para mantenerse en primera línea en un mundo, el de la innovación, donde las más ágiles y arriesgadas startups parecen jugar con ventaja.
Tras varias visitas más a empresas como Oracle (en el acogedor antiguo Campus de Sun Microsystems en Santa Clara) e Intuitive Surgical, (impresionante su da Vinci) y después también de varios encuentros con emprendedores de la zona, regresamos a Boston. El clima seguía siendo mucho más frío y áspero que el de California, pero al menos el río Charles ya no estaba completamente helado como cuando nos marchamos una semana antes. Algo es algo.